El Yaris Hatchback no tuvo una nueva generación como el sedán, pero si un facelift para mantenerlo vigente, que llegará a México.
El Yaris es uno de los autos más relevantes para Toyota y como producto en general, en todo el mundo, está en un proceso de renovación total. En Europa, se presentaron versiones Cross y mecánicas híbridas para el Yaris, pero para el del mercado asiático que llega a México y que es totalmente diferente, Toyota presentó una nueva generación, solo que no se destinó para el hatchback.
El facelift del Yaris Hatchback no es una sorpresa, porque los rumores de esta actualización comenzaron a fluir desde el año pasado, cuando se presentó la nueva generación del sedán, aunque son más profundos de lo que esperábamos, especialmente en la cabina.
Los cambios son más evidentes en el frente, de la mano de una parrilla rediseñada que nos recuerda al aspecto del Prius, en color negro y de gran tamaño en la parte inferior, además de la forma de los faros.
La parte posterior también tiene novedades, aunque son menos visibles, porque las calaveras siguen intactas, aunque sí hay unas cortinas de aire laterales más marcadas y un difusor inferior con salida de aire central. Remara un alerón de buen tamaño en la parte superior, que suponemos se ofrecerá solamente en ciertas versiones.
Más tecnología
Los primeros rumores sobre esta actualización indicaban que el Yaris Hatchback tendría elementos del sedán, que por ser de nueva generación se monta en una nueva plataforma. No tenemos el nuevo sistema multimedia de Toyota, pero sí una nueva pantalla táctil de nueve pulgadas con interfaces móviles.
La mecánica tampoco cambiará, pues seguirá el anterior bloque de cuatro cilindros y 1.5 litros con 107 hp, asociado a transmisiones manuales de cinco relaciones o automáticas CVT.