La industria automotriz nos debía un salón de autos con pasión y emoción por los autos, aunque sean eléctricos, como el auto show de Japón
Por primera vez desde pandemia tuvimos un salón de autos que retomó lo que hace algunos años (si no es que décadas) era un auto show: una muestra del futuro, de la visión que tienen las marcas de hacia dónde van a dirigir sus esfuerzos de movilidad de los próximos años.
Y fue un placer que la industria automotriz japonesa levantara la mano, porque históricamente ha sido una industria que se ha caracterizado por ofrecer confiabilidad pero sin dejar de lado la pasión por conducir, por los motores sorprendentes, por los diseños icónicos.
Y es que lo que pudimos ver, lo que se llevó lo reflectores, fueron los deportivos que han marcado buena parte de la historia de las marcas japonesas.
También este auto show de Japón nos dejó claro el siguiente momento que vivirá la industria automotriz global. Si bien la electrificación llegó con la meta de cumplir las demandas de emisiones en los diferentes mercados, las marcas tuvieron que recurrir a las carrocerías que mejor pudieran aceptar este enorme paso: los SUVs.
Más fáciles de vender y de acomodar los enormes paquetes de batería, todo un reto para las diferentes marcas con este cambio de tren motor.
Pero ahora, que la electrificación es más comprendida, que se ha mejorado tremendamente en la densidad energética, así que el auto show de Japón levanta la mano y pone en su escaparate la nueva era de sus deportivos electrificados.
Mazda con su Iconic SP como la próxima generación del RX-7, Nissan y el Hyper Force llevando al máximo su GT-R con más de 1,000 hp, Subaru y el icónico BRZ en el Sport Mobility concept, Honda con el Prelude Concept reviviendo un auto icónico en otros mercados e incluso Toyota levantando de entre los muertos el MR2 en el FT-Se concept.
Ahora sí vivimos un salón como en los buenos tiempos y era una agenda pendiente que nos tenían la industria automotriz, gracias auto show de Japón.
No quiere decir que las otras marcas no estén trabajando en deportivos electrificados, pero que Japón se haya puesto de acuerdo en esta nueva tendencia, tiene que emocionar a cualquiera que recuerde aquellos deportivos de los 80-90 que marcaron los posters de muchos cuartos, incluyendo el mío.