Mazda presentó en el Salón de Tokio al Iconic SP, un auto concepto que adelanta la dirección tecnológica y de diseño de los próximos deportivos, pero que es especialmente emocionante porque nos dice que habrá una segunda familia de deportivos, esa que existió hasta la década pasada por encima del MX-5 y que se despidió en 2012 con el último RX-8.
El diseño es espectacular y tiene detalles que guiñan a la historia, como la inclusión de unos faros escamoteables o la silueta general, que recuerdan a la del mítico RX-7 FD, uno de los deportivos más hermosos jamás creados.
La plataforma es altamente flexible y el tren motor es una oda al pasado con detalles evidentes de lo que vendrá en el futuro. Emplea un sistema híbrido en serie compuesto por un motor de combustión de dos rotores, que puede funcionar con combustibles sintéticos y ecológicos o hasta con hidrógeno y que a su vez alimenta a una batería pequeña que puede cargarse enchufándolo o con la energía proveniente del motor.
Mazda Iconic SP: Un motor rotativo, tecnología híbrida y 365 hp
Todo el sistema genera una potencia de 365 hp, suficientes para moverlo con mucha soltura dados sus 1,450 kg de peso. De llegar a producción, no parece descabellado pensar en que, como homenaje al RX-7, se pueda conectar el motor de combustión directamente a las ruedas y se use la batería para asistirlo.
Como remate y en otro tributo a la historia de Mazda, el Iconic SP estrena el tono Viola Red, dando una idea del futuro de tan icónico color para la marca japonesa. Es todavía un concepto, pero hay intenciones de llevarlo a producción y se anuncia también que muchos de sus trazos pueden terminar colándose al resto de modelos de la marca, pero especialmente para la nueva generación del MX-5, que llegará en 2025 o 2026.
