Los autos con motor turbo encantan a muchos por su amplia entrega de potencia y bajos consumos, pero hay cuidados especiales que debes tener.
Desde hace algunos años, el motor turbo se ha vuelto muy popular en México, usándose en más que modelos deportivos y llegando a segmentos y rangos de precio que los ha vuelto muy accesibles. Ahora que se pueden comprar por 300 mil pesos o menos y que los turbo se usan para reducir el tamaño del motor sin perder potencia y entregar mejores consumos de combustible, podemos decir que están casi al alcance de todos los motoristas.
Son tantas las alternativas, que ya hay autos con motor turbo por precios sumamente accesibles y su adopción en gran escala hace que muchos de los dueños tengan que saber información que no siempre tienen al alcance.
Siempre gasolina Premium
Aunque es verdad que en teoría algunos motores turbo sí pueden funcionar con gasolina de bajo octanaje, la realidad es que siempre será mejor usar gasolina Premium con 91 o más octanos. Esto se debe a las altas compresiones con las que trabajan este tipo de motorizaciones, en las que el alto índice de octanos permite una mayor resistencia a la combustión y con ello, evita cascabeleo que puede dañar al motor.
El precio es más alto, pero usando combustible Premium en un auto con motor turbo puedes conseguir consumos más bajos y también ahorras en potenciales reparaciones a medio y largo plazo.
Permite que el se enfríe antes de apagarlo
Después de un recorrido largo y acelerando constantemente, como puede ser en una autopista para adelantar, es recomendable esperar unos minutos al llegar al destino para apagar el motor. Lo que sucede es que el aceite en el turbo se calienta y es preferible hacer que este regrese a temperatura ambiente progresivamente y no de inmediato, ya que así este puede asentarse de nuevo en lugar de quedarse pegado en las paredes.
Además, con las altas temperaturas a las que trabajan los turbocargadores, el metal se expande y si no se enfría poco a poco, este podría deformarse al volver a contraerse.
Solo cinco minutos bastan y pueden hacer una gran diferencia en la durabilidad de tu motor turbo.
Consumos bajos en rangos bajos
Los motores turbo son emocionantes por el golpe que dan al acelerar, pero debemos entender que si se quiere tener los consumos más bajos, es necesario dejar que el motor funcione en un rango bajo de revoluciones, antes de que el turbo genere sus mayores presiones.
Si entendemos que en muchos subcompactos que habitualmente tenían motores de 1.5 o 1.6 litros, ahora se usan motores turbo de solo 1.0 litros, para aprovechar al máximo esa disminución en el tamaño hay que usarlo por debajo de las 2,500 o 3,000 rpm, pues es ahí cuando gastan menos. De lo contrario, gastarán el mismo o más combustible que motores más grandes que no sean turbo.
Verifica el nivel de aceite
Los autos con motor turbo tienen un extra de complejidad, pues este componente genera mayor calor y hace que puedan consumir aceite. Es normal en ciertos modelos, pero si no verificas el nivel habitualmente, una vez al mes con el auto en frío (antes de encenderlo en la mañana, por ejemplo), puedes causar daños o incluso desvielarlo y, lógicamente, las reparaciones no son económicas.
Deja que entre en temperatura
Contrario a lo que sucede en autos que no son turbo, en los que ya no se recomienda dejar el motor en marcha para que se caliente, los que tienen motor turbo todavía lo requieren. No tiene que ser todos los días, pero en épocas invernales en los que los componentes amanecen a temperaturas cercanas a los 0ºC o bien, después de no haberlo usado tras algunos días, puedes dejarlo encendido unos dos o tres minutos antes de emprender la marcha.
Así, el aceite frío entra en la temperatura ideal antes de que empieces a exigirle a la turbina y realiza la función de lubricar. Tu auto y tu motor te lo agradecerán.
