Es la segunda oportunidad que visito China en años recientes y no deja de sorprenderme el enorme desarrollo que llevan a cabo.

No importa si estamos hablando de autos, aparatos electrónicos o cámaras con Inteligencia Artificial, China es enorme en todo lo que hace.

Pero además la ciudad no es relevante, ahora en esta ocasión tuve oportunidad de estar en Beijing que no visitaba hace casi 20 años o Baoding, centro de operaciones de Great Wall Motors, la inmensidad de las avenidas, limpieza de sus calles y tamaño de sus edificios es sobresaliente.

Beijing presume de avenidas de 8 carriles, más un carril para motocicletas y otro de emergencia, por ejemplo, mientras que ciudades como Baoding tiene centros comerciales de 10 pisos que no le piden nada en cuanto a marcas y oferta de productos a uno de California, Estados Unidos.

De la mano de ello el crecimiento que la industria automotriz presentó en el Salón de Beijing fue impresionante: se presentaron 112 nuevos modelos, sí casi el triple de lo que se podía ver un buen Salón de Detroit o Frankfurt hace un par de décadas, pero además las marcas “tradicionales” optaron por tomar este escaparate también para lanzar nada menos que 30 nuevos modelos para el mercado chino.

Pero más importante todavía fue la clara colaboración de occidente con la industria automotriz china, ya no solo para fabricar sus propios modelos para el mercado interno, sino que ahora se hacen alianzas, aprovechando el desarrollo tecnológico que las marcas tienen.

Occidente ha comprendido que no tienen la capacidad, en este momento, para producir las cantidades y al costo que sí lo hacen los chinos, prueba de ello es Great Wall Motors fabricando para Mini el modelo eléctrico para todo el mundo o la alianza que ha hecho VW con Xpeng para desarrollar en su plataforma eléctrica Edward su próxima familia de eléctricos.

Remata Mazda presentando, primero, un concepto llamado Arata que dibuja su próximo lenguaje de diseño para SUVs y próxima camioneta eléctrica y el EZ-6, un sedán 100% eléctrico desarrollado en colaboración con Changan, para el mercado interno pero que supone las nuevas líneas o sucesión del sedán Mazda 6.

China sorprende a cada minuto por su capacidad de adaptación, rapidez y presupuestos que le han hecho dominar el mercado poco a poco. Lo que se viene no dudo que sea menos impresionante.