En los últimos meses gobiernos y marcas comienzan a mover los planes de electrificación; todo indica que no todo será 100% eléctrico.
Todos sabemos el boom que ha sido la electrificación en el mundo de los autos y cómo principalmente los gobiernos han motivado que las marcas desarrollen los autos para reducir las emisiones contaminantes.
Muchos cuestionan si son o no una solución todavía puesto que su popularidad depende es multifactorial: incentivos fiscales y precios competitivos, redes de recarga con la rapidez necesaria para garantizar libertad de movimiento junto con autonomía, que parece ser el último punto más que resuelto.
Ahora lo que urge es que se carguen muy rápido y tengamos dónde hacerlo.
Sin embargo, la demanda por estos productos, incluso en países donde se tiene todo ello (incentivos, puntos de recarga y autonomía), comienza a tener algunos altibajos, tanto que varias marcas han pedido a gobiernos que modifiquen las fechas de prohibición de venta de autos nuevos de combustión.
Por un lado, los altos costos de producción que tienen las baterías frente la ola gigante de fabricantes chinos que cuentan con incentivos gubernamentales altísimo, vuelve a las marcas occidentales poco competitivas principalmente en precio, aunque algunas también reconocen que están por detrás de los orientales en innovación y desarrollo.
Las marcas que iban a hacer la transición a lo 100% eléctrico ahora lo piensan dos veces…
Y por el otro, que las marcas tengan desarrollos localizados y no globales cuando la inversión en desarrollo y producción es tan costosa, los está orillando incluso a perder calidad y capacidad de respuesta.
Los planes para el 2030 de solo vender autos eléctricos, muy popular el discurso sobre todo en Europa y principalmente para las marcas grandes, las de volumen y que no tienen aún alianzas con empresas chinas, comienza a tambalearse.
Parece ser que se mantendrá la hibridación sobre todo con vehículos plug-in hybrid, que resultan mucho menos costosos, más atractivos para el cliente final y menos demandantes de la red de carga que, al mismo tiempo, promete colapsar si todo se migra a eléctricos.
¿Comprarías un eléctrico?
