La revolución que ha implicado la electrificación en el mundo de los autos sacude a todos, al grado de hacer cambios sobre la marcha.
Algunas marcas han tomado decisiones radicales de olvidarse de los motores de combustión, otras tienen visiones más globales pensando en todas las necesidades de movilidad que se necesitan.
Lo cierto es que, aunque la industria automotriz está globalizada, las marcas empiezan a buscar soluciones que les hagan ser más competitivos ante una durísima competencia de todos contra todos.
Y esto justo es lo que acaba de proponer Volkswagen. Si bien desde algunos años la marca tomó la decisión de pasar de gasolina a electrificación sin un puente en la hibridación o por lo menos no uno para los mercados de primer mundo, en los países en vías de desarrollo donde los modelos eléctricos no son o pueden ser una solución inmediata, la marca estaba perdiendo competitividad frente a la oleada de modelos chinos con precios accesibles para la hibridación.
Algunas veces platicamos con directivos de la marca como Pablo Di Si, quien fuera CEO de VW Latam, ahora de USA y todo Norteamérica sobre el tema y la respuesta era clara y contundente: VW necesitaba buscar soluciones para mercados como el de Latinoamérica en el que el poder adquisitivo y la competencia no permitía a un cliente pasar a modelos 100% eléctricos y no había tampoco opciones de hibridación, en ninguno de los niveles, costeables.
Durante meses los directivos de la marca hicieron reuniones y análisis para determinar los pasos a seguir, pero tenían claro el tema de hibridación como un paso intermedio, natural y necesario para nuestros mercados.
Justo ahora VW Brasil anunció una inversión de 1,800 millones de dólares entre 2026 y 2028 para el desarrollo de nuevos modelos y plataformas propias para nuestros mercados y, ahora sí, con hibridación.
No descarto que incluso México pueda jugar en la ecuación en un futuro no muy lejano entendiendo la importancia que la propia planta tiene, aunque lo que se produciría en Brasil encaja perfecto en el esquema de modelos de acceso para nuestra economía. Pero vaya, los planes pudieran cambiar.
Lo cierto es que lo que vemos ahora no determinará el futuro a largo plazo. La industria, los compradores y la tecnología van a una velocidad tan elevada que los pronósticos son solo eso, planes que pueden cambiar o modificarse de la noche a la mañana.