Chevrolet presentó finalmente a uno de los autos más esperados por los entusiastas, el Corvette ZR1, que es el más radical de la generación C8 hasta la fecha, colocado por encima del también espectacular Z06 con un motor muy parecido, pero que añade un par de turbocargadores gemelos para llevar la cifra de potencia hasta los 1,064 hp.
El bloque es un V8 de 5.5 litros capaz de girar a 8,000 rpm y que lógicamente, tiene refuerzos importantes para soportar el torque adicional, que es de 828 lb-pie. De hecho, la transmisión de doble embrague de ocho relaciones también tiene cambios, orientados a dar una mejor lubricación y reforzando los ejes.
Chevrolet dice que el auto será capaz de superar los 350 km/h por un margen considerable, pero no dicen aun por cuanto, pues las pruebas de homologación debían hacerse con el auto ya presentado para poder probarlo sin camuflaje.
¿Cómo detener toda la furia del Chevrolet Corvette ZR1?
Es claro, con un sistema de frenos muy especial, un conjunto de discos cerámicos de 400 mm de diámetro al frente y de 390 mm para el eje posterior, capaz de detenerse de velocidades muy altas una y otra vez prácticamente sin fatiga.
Visualmente incluso podríamos decir que el Corvette ZR1 es sutil, pues no es tan llamativo como se podría esperar de un auto con más de 1,000 hp. Hay un techo y un pequeño alerón ajustable de fibra de carbono, con rines de aluminio de 20 pulgadas al frente y de 21 pulgadas para el eje posterior, con llantas Michelin Pilot Sport 4S.
Como opción, el paquete ZTK añade un alerón mucho más grande, resortes más firmes, amortiguadores especiales y llantas Pilot Sport Cup 2R de compuesto más agresivo. En total, el paquete ZTK entrega 544 kg de carga a la velocidad máxima para mantenerlo pegado al pavimento en las curvas más complejas.
La cabina será reconocible para todos aquellos que hayan estado en un Corvette C8, pues tiene los mismos elementos desde el volante o los botones en la consola, aunque con detalles que los diferencian, pues el volante tiene un elemento especial y hay una placa en el tablero, además de un medidor de presión para el turbo y costuras exclusivas en las puertas.
Tecnológicamente echa mano de un cuadro de instrumentos de 12 pulgadas y una pantalla táctil en el centro de ocho pulgadas con la interfaz de Google, que permite tener acceso a mapas, música u otras aplicaciones aun cuando no haya un teléfono conectado.
La producción arrancará hasta el 2025 y entendemos que llegará a México con unidades contadas, por un precio estimado de 5 millones de pesos.