La junta de accionistas de Porsche pide que no toda la inversión vaya para autos 100% eléctricos
Estamos viviendo tiempos de cambio muy interesantes; hace algunos años, no más de cuatro, muchas marcas (y gobiernos) empezaron a ponerle fecha de caducidad al motor de combustión interna.
Otras tantas fueron más cautelosas (los japoneses sobre todo) y simplemente se esperaron a ver cómo se movían las cosas para establecer estrategias a futuro.
Al final, unas más y otras menos, pero todas las marcas están ya en la ola de la electrificación; sea 100% EV o híbridos, pero el futuro de la movilidad pareciera que no dejará fuera la electricidad.
Incluso a inicios de este mes, durante la junta general de accionistas de Porsche AG, hubo opiniones divididas sobre si tendría o no que seguir destinando prácticamente toda la inversión de desarrollo en la electrificación.
Las razones son claras: los eléctricos hoy en día están sufriendo una desaceleración en la demanda globalmente y, parece ser, una rentabilidad no tan prominente como es esperaba.
Incluso les ha hecho ruido los cambios de planes de Mercedes Benz en la materia y, como dato, los títulos de Porsche han perdido valor mientras los de Ferrari van para arriba.
Taycan EV, por ejemplo, cayó a la mitad sus ventas en el primer trimestre del año y en China las ventas de Porsche cayeron un 15% el año pasado. Si a eso le suman la guerra comercial entre la UE y China, el mercado de lujo puede ser de los más afectados.
Por otro lado, la Macan EV ha empezado con un éxito total con más de 10 mil órdenes previo a su llegada al mercado.
Lo que sí es indiscutible es que Porsche ha sabido dotar de su característico manejo y desempeño, con ese sabor único a sus autos eléctricos.
¿Esto garantizará una demanda y rentabilidad similar? El tiempo nos lo dirá.